Los ataques de ansiedad o ataques de pánico parecen cada vez más frecuentes en el mundo moderno. Sin embargo, probablemente son tan antiguos como el ser humano, ya que en realidad un ataque de pánico es la forma que tiene el cuerpo de detectar y prepararse para huir o luchar ante un peligro inminente .
Una vez que comprendamos que no nos vamos a morir de un ataque de pánico, que es una reacción perfectamente normal ante la percepción por parte de nuestro cerebro de un posible peligro ya estamos a medio camino de curar nuestros ataques (en el mejor de los casos) o, al menos, convivir con ellos. Hay que procurar idenfiticar las situaciones que nos produczan ansiedad y luego "re-educar" nuestro cerebro para que comprenda que en realidad estas situaciones no son peligrosas y que no es necesario que nuestro organismo se ponga en "alerta roja" cuando se produzcan.
Si crees que sufres ataques de pánico, recomendamos que acudes a un experto para comprobar su diagnóstico y recibir tratamiento. Con un tratamiento adecuado es posible curar los ataques de pánico, perder el miedo ante momentos de ansiedad y volver a llevar una vida normal.
Las síntomas de ataques de pánico son tan desagradables que muchas personas que sufren un ataque por primera vez están convencidos de que están sufriendo un ataque de corazón y se van a morir. Luego tienen miedo de volver a sufrir un ataque, miedo que a su vez incrementa su ansiedad y le hace más vulnerable ante la posibilidad de más ataques, entrando un un círculo vicioso difícil de romper. Para empezar a romper el ciclo, tenemos que intentar comprender qué son los ataques de pánico y perder nuestro miedo.
Esta es una lista de las síntomas más frecuentes de un ataque de pánico:
Sensación de mareo
Sequedad de boca
Sudores en las manos, pies, axilar…
Sensación de temblor
Sensación de taquicardia
Sensación de ahogo
Sensación de mucho frío o mucho calor
Dolor en el pecho
Sensación de falta de oxígeno, le cuesta respirar
Sensación de que se está volviendo loco
Dolor de barriga y/o cabeza Ganas de vomitar (algunas personas llegan a vomitar)
Ganas de hacer diarrea
Sensación de miedo, angustia, pánico y terror ante lo que le está ocurriendo
Tremendo cansancio después del ataque
Llanto
Muy útil la información sobre la ansiedad en este artículo, me preguntaba si podía compartirlo en mi comunidad de apoyo…
Considero que puede ser bastante util.
Atenta a sus comentarios,
Sandra.